Lavanda

La lavanda tiene un aroma intenso, especiado y dulcemente floral con matices de menta y limón. El sabor tiene un toque de alcanfor con un toque de amargura. También se ha descrito que tiene el atractivo intrigante del bouquet de un buen vino. La popularidad de la lavanda en la cocina se extiende tanto a platos dulces como salados.

Las flores de lavanda se encuentran más comúnmente en las recetas de postres, pero a medida que se sienta más cómodo cocinando con esta hierba, descubrirá rápidamente que también es una adición espectacular a los alimentos salados. La lavanda, como el romero, agrega un sabor fuerte a las carnes asadas y es especialmente buena con pollo, cordero, faisán y conejo.

En Francia, la lavanda se usa en combinación con el tomillo, la ajedrea y el romero en una deliciosa mezcla de hierbas llamada Herbs de la Provence. En Marruecos se puede encontrar en algunas recetas de Ras El Hanout.

Para usar en postres, recomendamos moler algunas flores de lavanda junto con un poco de azúcar hasta obtener un polvo fino llamado azúcar de lavanda; esto brinda un sabor óptimo ya que el proceso de molienda descompone los capullos mientras que el azúcar absorbe los aceites esenciales. Es deliciosa con frutas negras y rojas como moras, arándanos, cerezas, ciruelas y fresas.

La lavanda funciona bien en combinación con mejorana, orégano mediterráneo, perejil, romero, ajedrea y tomillo.

También puedes experimentar con este sabor remojando las flores de lavanda en leche tibia, crema, jarabes de azúcar o vino para dar sabor a postres o sorbetes. El helado casero de lavanda es celestial y también lo hemos disfrutado en mousse de chocolate.

Nuestra Lavanda puede dominar rápidamente una receta, así que utilícela con moderación. Esto es especialmente cierto cuando se usa para marinar carnes. El marinado prolongado da como resultado un sabor que no será aceptable a ningún paladar.