Aji No Moto

Aquí la cosa se pone frenética aunque pose de ciencia. Resulta que, a un químico japonés, Kikunae Ikeda, se le ocurrió a comienzos del siglo 20, que había un quinto elemento del sabor en la comida, que no era ni salado ni dulce, ni agrio ni amargo y que se podía identificar como el sabor mismo, la esencia del sabor.

A este quinto elemento, le llamó UMAMI, del japones umai, que significa sabroso, o gustoso. Su proyecto era ambicioso, como químico, decidió aislar este elemento en un compuesto de fácil disolución en agua, que no se aglomerase, que no absorbiese humedad, y que se conservase en el tiempo.

Desarrolló así el Glutamato Monosódico, o Ají No Moto, que se traduce como “la esencia del sabor” y que aun es producida por la empresa Ajinomoto Co., Inc., responsable de más del 30% de la producción de glutamato monosódico en el mundo.

Prueba una cucharada de glutamato y sabrás de que hablaba el señor Ikeda. Es como una cucharada de “enjundia”, una cierta astringencia salada que bien podríamos definir como “la esencia del sabor”. Agrega Ají No Moto a tu despensa sin pensarlo tanto, agrega con pachorra (es difícil pasarse de rosca) y levántale un monumento al señor Ikeda, que nos tiene a todos todavía hablando del umami cuando queremos decir “¡rico, rico… súper rico!”