Sal de Cáhuil Asoleada

Es una sal de mar elaborada y procesada de manera natural en las salinas de la aldea de Cáhuil, desembocadura del río Linalhue, Sexta Región de Chile. La aldea debe su nombre a la gaviota de capucha café o gaviota Cáhuil que abunda en estos humedales. 

La sal de Cáhuil aporta un sabor delicado a tus platos, encontrarás que se disuelve con facilidad y te sorprenderá cómo enriquece el sabor y el umami de tus preparaciones, con una salazón menos intensa. Además, la sal de salina recoge oligoelementos del agua de mar que son un aporte para que tu cuerpo funcione mejor (calcio, cloruro de magnesio, potasio, zinc, yodo). Además, tiene un 30% menos de sodio que la sal de mina.

Estas salinas son un tesoro humano vivo, que debemos valorar y preservar. Las salinas de Cáhuil existen hace cientos de años y siguen usando la técnica ancestral (y artesanal) de inundar cuarteles en las tierras bajas del lecho del rio, ocupando las mareas altas para inundar, y las mareas bajas para lavar y secar. Es un recurso renovable que aporta bienestar económico a una comunidad costera que también ha convertido a las salinas en un atractivo turístico y cultural.

La Sal de Cáhuil presenta cristales rugosos y afilados, no es completamente blanca y presenta ocasionalmente huellas del fondo de los cuarteles de secado. Nosotros compramos la sal directamente en Cáhuil, y la sometemos a un secado adicional que le permite funcionar bien en un molinillo de sal. Nos encanta ocuparla en nuestros molinillos de aderezos ya que su porosidad absorbe el polvo de los condimentos lográndose un resultado muy homogéneo de sabor.