Salvia

La salvia frotada son hojas de salvia que se ha frotado vigorosamente entre dos objetos duros seguido de una molienda suave y luego una pasada rápida por un colador grueso que le da la apariencia esponjosa, desaliñada, casi algodonosa, que es única entre las hierbas culinarias. Se prefiere la salvia frotada en mezclas de salchichas, platos griegos e italianos y en el relleno de pavo.

Astringente, de sabor especiado y amargo con un aroma alcanforado característico, no hay duda que se trata de una hierba de un sabor muy poderoso. Además, se descompone lentamente y no pierde tanto su sabor aunque se incorpore muy tempranamente en el proceso de cocción.

En el Reino Unido, la salvia se usa con frecuencia con carne de cerdo o como relleno para pollo o pavo. En Italia se acompaña con mantequilla en salsas para pasta o al freír papas.

Nos gusta usar esta hierba para cocinar carne de vacuno, pollo, pescado, cordero, cerdo, salchichas, pavo y ternera. Se usa con frecuencia con carnes porque su perfil de sabor complementa muy bien los alimentos grasos y al mismo tiempo ayuda a descomponer la grasa en esos alimentos. Popular durante en navidad y año nuevo cuando se prepara el pavo y sus rellenos.

La salvia seca funciona bien cuando se agrega al vinagre balsámico, porotos, galletas, sopas de pescado, crema, queso, pan de maíz, berenjena, limones, carne asada, champiñones, cebollas, sopas y guisos.

La salvia combina bien con albahaca, hojas de laurel, pimienta negra, ajo, lavanda, orégano, romero y tomillo.